Renacer

Así como la luz del sol se cuela entre los hilos de tu camiseta, iluminando y nutriendo tu piel y haciéndome soñar con ella, las luces de mis pensamientos rasgan la superficie de tu alma, sin filtros, sin frenos, como queriendo escapar de esta galaxia caótica de bits para fundirse en la tinta púrpura de tus deseos.

Toma esta máquina de escribir y plasma allí lo que quieras de mí... no tengo mucho, quizás el amor es lo más grande que me queda, pero te lo daré si me devuelves en tus ojos el brillo de la cordura y si me acompañas al hospital de las almas libres para reparar el ciclo cardíaco de mis ilusiones.

Comentarios de "Desayuno en Tiffany's"

Truman Capote es un hombre real, y sus historias tan reales como él mismo. Es una tristeza que no nos acompañe más, pues se necesita alguien que cante y cuente lo que nadie más contaría. Nueva York, una ciudad cosmopolita. Tiffany's, una tienda exclusiva...

Bougainvillea Mediterránea

Xilófono sonriente de mi niñez,
si vienes a mí esta noche de sueño
no traigas la humana y vil estupidez
de la que un secreto es fiel dueño.

Enseñanzas de madre

Para escribir sobre estas hojas necesito cegarme, llorar desde adentro hasta que las neuronas griten. Hacerlas estallar en una secuencia organizada por la madre naturaleza es como dejarle al azar los asuntos más importantes de la vida así como la conquista de las estrellas. Cada día somos más fuertes, más sabios y menos egoístas

porque los caprichos quedaron en la infancia y ahora existen solo los anhelos. Las hojas del almendro cubren mis pensamientos y una canción que sonaba de fondo en mi mente decía "Take it easy", cógela suave, ho'oponopono: Lo siento, perdóname, te amo, gracias. ¡Verde esmeralda!

Blackman

Es sincero, de frente como un esfero, pinta bien a cada momento y canta con el alma desgarrada en lamento. Es un amigo del alba solo si en la noche hay plan, convive por igual con cúpido o con un rufián, ha jugado de todo, hasta hacky sack y sueña longboarding en Sidney mi amigo Isaac.

Libertad

Las ideas fluyen antes de dormir, hoy no tengo ganas de hablar, no tengo sueño, no tengo nada. Ya es tarde para amar, es la hora de despertar; estaba pensando en ti, pero soy yo quien debe abrir los ojos. Sentidos, latidos del otro mundo, qué mundo será el que me atañe, me pregunto. Prefiero publicar un enlace, pero amo y escribo esta blanca espuma digital donde plasmo letras en código binario.

Solo me queda el azul del cielo

Hoy buscaba, como ayer, dulzura.

Encontré, como siempre, pesares.

Pretendes saber no ser oscura.

Lo eres más que el fondo de los mares.

Quieres ser azul, como mi cielo.

Dulce sabor de tus pechos mana.

Fría, como encriptada, de hielo.

Oh Dios salió mi primera cana.