viernes, 7 de marzo de 2014

Enseñanzas de madre

Para escribir sobre estas hojas necesito cegarme, llorar desde adentro hasta que las neuronas griten. Hacerlas estallar en una secuencia organizada por la madre naturaleza es como dejarle al azar los asuntos más importantes de la vida así como la conquista de las estrellas. Cada día somos más fuertes, más sabios y menos egoístas
porque los caprichos quedaron en la infancia y ahora existen solo los anhelos. Las hojas del almendro cubren mis pensamientos y una canción que sonaba de fondo en mi mente decía "Take it easy", cógela suave, ho'oponopono: Lo siento, perdóname, te amo, gracias. ¡Verde esmeralda!

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