Un pastor de palomas divaga en lo alto de un edificio y se pregunta cómo ha de ser la evolución que lo convertirá en amo y dios del cielo; un cielo poco confiable y lleno de estrellas, el de hoy no me dice nada si no me susurra al oído en sueños y yo tampoco puedo interpretar nada si como en el oficio de escritor no duermo al medio día.
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