domingo, 19 de febrero de 2012

Hoy es domingo y trabajé en BuenaVista


Cuando estaba en el sueño más hermoso, el hombre despertó y estaba en un lugar donde no había amanecido el día anterior, una vez más su trabajo se había metido en su vida privada.

El sol le quemaba la piel hace más de sesenta años, sus músculos se empezaban a deshacer y el iris del ojo izquierdo se estaba nublando, pero era un hombre feliz.

Tal vez soñó con ser futbolista o tener un mejor porvenir, pero con la vida que lleva ya no le queda tiempo para recordar su juventud y más bien opta por vivir el presente como puede.

Sus consejos siempre tienen implícita la sabiduría de los ancestros, quienes supieron sobrevivir en estas tierras de espuma salada.

Piel tostada, ojos claros y desiguales, sonrisa amplia, es el señor que viene todos los domingos a trabajar, un día en el que todos están descansando.

Hoy es domingo, hoy trabajé, hoy mi cielo es fluorescente.

No hay comentarios: