martes, 31 de enero de 2012

Al sur de Europa, recorriendo el mar Mediterráneo


Niña hermosa, mirando mi cielo
estoy rendido ante su belleza,
un amor siento de pies a cabeza,
el vibrar del sol cuando me desvelo.

Soy experta ave que alza vuelo;
surco el firmamento con destreza.
Soy rayo de luz, soy naturaleza
vibrante en la faz, sin paralelo.

Vives tú, niña, estatua sonriente,
puesta en el mejor lugar con decoro,
en mis sueños, deseos y en mi mente,

te protejo cual Sir a su tesoro
porque diste a mi vida un aliciente,
porque me bañaste en lluvia de oro.

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