Mi cielo de hoy es mi confidente, ahora mismo está cubriendo el sueño que recordé en la mañana: Sucedió en la madrugada y recuerdo que intentaba entrar a un supermercado a comprar algo que ignoraba cuando vi a tres hombres con actitud de robar. Usaban en la cara, así como yo, unas bandanas cubriendo su rostro, una de ellas tenía un dibujo de la cara de un dragón y los ojos del atracador encajaban perfectamente en los orificios correspondientes del paño. Seguí caminando sin fijarme en lo que sucedía con ellos y me dirijí a un puesto de venta de productos naturales donde estaban una mujer madura y una joven a quienes les pregunté por lo que buscaba y en un abrir y cerrar de ojos me dieron una bolsa llena de dulces acompañada de una pregunta de la mujer madura: -"¿Qué más quieres? pero yo no le respondí porque parecía no entenderle, me alejé dudando y las mujeres se quedaron cuchicheando, creo que sintieron lástima por mí. Mientras seguía caminando dejaba una estela de disparos y cuchilladas y se dibujaba, sutil, una sonrisa en mi cara que la gente no podía ver...
miércoles, 11 de enero de 2012
Mi cielo de hoy es una bandana chilena
Mi cielo de hoy es mi confidente, ahora mismo está cubriendo el sueño que recordé en la mañana: Sucedió en la madrugada y recuerdo que intentaba entrar a un supermercado a comprar algo que ignoraba cuando vi a tres hombres con actitud de robar. Usaban en la cara, así como yo, unas bandanas cubriendo su rostro, una de ellas tenía un dibujo de la cara de un dragón y los ojos del atracador encajaban perfectamente en los orificios correspondientes del paño. Seguí caminando sin fijarme en lo que sucedía con ellos y me dirijí a un puesto de venta de productos naturales donde estaban una mujer madura y una joven a quienes les pregunté por lo que buscaba y en un abrir y cerrar de ojos me dieron una bolsa llena de dulces acompañada de una pregunta de la mujer madura: -"¿Qué más quieres? pero yo no le respondí porque parecía no entenderle, me alejé dudando y las mujeres se quedaron cuchicheando, creo que sintieron lástima por mí. Mientras seguía caminando dejaba una estela de disparos y cuchilladas y se dibujaba, sutil, una sonrisa en mi cara que la gente no podía ver...
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