jueves, 12 de enero de 2012

Medellín cambió mi vida, la primavera no.


Las cosas van bien desde que al despertar miro al cielo y doy gracias al creador por permitirme disfrutar de la belleza que mis ojos recién abiertos contemplan, enfocado continúo pidiéndole que las personas con las que me encuentre estén de buen humor y le pido un día espectacular.
Estoy feliz porque desde entonces mis sueños son tranquilos, ya no hay oscuridad en ellos y si algo siniestro se atreve a entrar en uno, la luz ilumina mis ojos y ya amaneció. La vida está llena de luz, por todos lados hay colores que se reflejan en distintas ondas e intensidades a nuestro alrededor.
Estoy rodeado de gente especial que entiende que marchamos a distintos ritmos y así me quieren, pues la vida es para una hormiga lo que es para el presidente un día de trabajo, indescriptible e irresumible.
Cielo espectacular lleno de luz marchando al ritmo de la gente, gracias por hacerme feliz.

No hay comentarios: