domingo, 22 de enero de 2012

Buscando trabajo en Japón


Una hoja es un cuerpo rebelde, aventurera espiritual que vaga en espiral propulsada por el aire. Las calles y los andenes definen el final de sus recorridos y a veces, en las granjas, los dientes de una cabra les dan la última despedida. Las hojas deberían ser estudiadas para el consumo humano como medicina o alimento, todas y cada una de ellas, como lo hizo Enki.
Las hojas de los libros son para el consumo humano, intelectualmente hablando, por eso deberían ser estudiadas todas, como lo hace Louise Brown. Pero las hojas de vida son, materialmente hablando, para el consumo del tanque de la basura, como dará fe un ex-compañero de trabajo de ojos rasgados; así que preferiblemente hay que estudiar para no gastar papel.

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