viernes, 27 de enero de 2012

Escuchar a Macaco perdido en otra ciudad

La noche y todos sus hijos ignoran algunas cosas, los que llegan a viejos se las saben todas, las bolsas plásticas: ¡qué no han probado! Y mis ojos no han visto nada.
Los que festejan no son los que celebran, un grito no se debe confundir con llanto, las ruedas fueron primero que las llantas y mis ojos no han visto nada.
Las faldas no sólo son prendas de vestir, por ellas se empieza el ascenso, fue difícil pensar que algún día podía llegar a ellas, y mis ojos no han visto nada.
Los más inteligentes no siempre son los mejores, los que lo intentan siempre lo logran, los papeles tienen más de mil usos y mis ojos no han visto nada.

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